Gastronomía Sostenible: Un Rol de la Química Verde en Nuestros Alimentos

La creciente demanda global de alimentos, impulsada por el aumento de la población, ha puesto de manifiesto la necesidad de soluciones sostenibles en la agricultura y la gestión de plagas. El modelo agrícola tradicional, basado en el uso intensivo de pesticidas sintéticos, ha demostrado ser insostenible a largo plazo debido a sus consecuencias ambientales negativas, como la degradación del suelo, la contaminación del agua, la pérdida de biodiversidad y el desarrollo de resistencia a los pesticidas en las plagas.

La agricultura sostenible y la Gestión Integrada de Plagas (GIP) se presentan como enfoques alternativos que buscan equilibrar la producción de alimentos con la protección del medio ambiente. Estas prácticas priorizan la eficiencia en el uso de recursos, la administración ambiental y la equidad social, minimizando la dependencia de insumos químicos mediante el uso de controles biológicos, culturales y físicos.
En este contexto, la química verde emerge como una disciplina fundamental, enfocada en el diseño de procesos y productos químicos que reduzcan o eliminen la generación y el uso de sustancias peligrosas. Sus doce principios guían la producción de pesticidas más seguros y ambientalmente responsables. Principios como el diseño para la degradación, la síntesis de productos químicos menos peligrosos, el uso de disolventes más seguros, la economía atómica y el uso de materias primas renovables son particularmente relevantes para la producción de pesticidas sostenibles.
La aplicación de los principios de la química verde presenta sinergias significativas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. El desarrollo de pesticidas más seguros y la promoción de la agricultura sostenible contribuyen a reducir el hambre (ODS 2), mejorar la salud y el bienestar (ODS 3), garantizar la disponibilidad de agua limpia (ODS 6), fomentar patrones de consumo y producción responsables (ODS 12), mitigar el cambio climático (ODS 13) y proteger la vida acuática (ODS 14) y los ecosistemas terrestres (ODS 15).
Existen diversas alternativas más ecológicas a los pesticidas convencionales. Los biopesticidas, derivados de fuentes naturales, ofrecen un control de plagas menos dañino. Los productos naturales con actividad pesticida, así como las modificaciones de estos, también son objeto de investigación. La biomanufactura de pesticidas utilizando residuos agrícolas representa una vía innovadora y sostenible.
La transición hacia pesticidas y prácticas agrícolas más sostenibles tiene un impacto directo en la alimentación y la gastronomía. Se espera obtener alimentos más saludables con menores residuos de pesticidas, cultivados en suelos más ricos y en entornos menos contaminados. La protección de la biodiversidad asegura la disponibilidad de una mayor variedad de ingredientes para la cocina.
En última instancia, la adopción de sistemas integrados de gestión de plagas, como la GIP, y la investigación continua en alternativas naturales son esenciales para lograr una agricultura y una gastronomía más sostenibles, garantizando la producción de alimentos de manera responsable y con un menor impacto ambiental.

Cita

Duarte-Casar, R., Romero-Benavides, J.C., Bailon-Moscoso, N., Navarro-Rojas, M., Rojas-Le-Fort, M. (2025). Synergies Between Green Chemistry Principles and the Sustainable Development Goals (SDGs) in Developing Eco-Friendly Pesticides. In: Babaniyi, B.R., Babaniyi, E.E. (eds) The Interplay of Pesticides and Climate Change. Springer, Cham. https://doi.org/10.1007/978-3-031-81669-7_11